El hijo del presidente turco Recep Tayyip Erdogan, Bilal, actualmente reside en Italia donde realiza un doctorado en la Universidad de Johns Hopkins en Bolonia. Los fiscales de Bolonia abrieron la investigación sobre las
transacciones financieras ilegales de Bilal Erdogan, según ha expuesto el diario británico The Telegraph.
Según las declaraciones del opositor turco y empresario, Murat Haran Uzan, Bilal Erdogan introdujo al país mediterráneo sin declarar grandes cantidades de dinero. Tras sus acusaciones, los fiscales de Bolonia abrieron el caso. Bilal Erdogan habría huido a Italia tras un nuevo escándalo de corrupción en Turquía en 2013: se filtraron fotos y conversaciones telefónicas en las que dos personas, presuntamente el entonces primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, y su hijo estaban discutiendo la manera de "librarse de grandes sumas de dinero".
A principios de 2014, apareció otra grabación telefónica en la que hablaban del pago de 10 millones de dólares, aunque no revelaron las fuentes del dinero. Supuestamente, se trataba de un soborno ligado a la construcción de un oleoducto. El hijo del mandatario turco dijo que la grabación fue un montaje y "una sucia falsificación". Más tarde el canciller sirio, Walid Mualem, declaró que Bilal podría estar implicado en el tráfico ilegal de petróleo realizado por el Estado Islámico.
Bilal Erdogan, quien junto con dos familiares tiene una empresa de construcción llamada BMZ Ltd., sigue rechazando la implicación en el negocio petrolero con Daesh. "Construimos oficinas en Estambul, no tenemos negocios en el Mediterráneo, ni en Siria o Irak".
Según las declaraciones del opositor turco y empresario, Murat Haran Uzan, Bilal Erdogan introdujo al país mediterráneo sin declarar grandes cantidades de dinero. Tras sus acusaciones, los fiscales de Bolonia abrieron el caso. Bilal Erdogan habría huido a Italia tras un nuevo escándalo de corrupción en Turquía en 2013: se filtraron fotos y conversaciones telefónicas en las que dos personas, presuntamente el entonces primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, y su hijo estaban discutiendo la manera de "librarse de grandes sumas de dinero".
A principios de 2014, apareció otra grabación telefónica en la que hablaban del pago de 10 millones de dólares, aunque no revelaron las fuentes del dinero. Supuestamente, se trataba de un soborno ligado a la construcción de un oleoducto. El hijo del mandatario turco dijo que la grabación fue un montaje y "una sucia falsificación". Más tarde el canciller sirio, Walid Mualem, declaró que Bilal podría estar implicado en el tráfico ilegal de petróleo realizado por el Estado Islámico.
Bilal Erdogan, quien junto con dos familiares tiene una empresa de construcción llamada BMZ Ltd., sigue rechazando la implicación en el negocio petrolero con Daesh. "Construimos oficinas en Estambul, no tenemos negocios en el Mediterráneo, ni en Siria o Irak".
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