Antes de la guerra civil, Siria era conocida en Oriente Próximo por su alto nivel de educación. En general la minoría kurda estaba excluida siguiendo los criterios étnicos del gobierno arabista del Baas pero, aún así, Siria tenía unos estándares más altos que sus vecinos. La guerra civil de cinco años se lo ha llevado todo: 150.000 estudiantes universitarios no tienen facultad donde asistir a clases..
Ahora el cantón autónomo de Efrîn ha concretado el proyecto en el que hace ya meses que trabaja: la primera universidad de Rojava (Kurdistán sirio): Zanîngeha Efrîne. Ahmed Youssuf, su presidente, asegura a Al Monitor de su necesidad, dado el bloqueo que afecta Efrîn y la imposibilidad de asistir a las clases en Alepo donde, a pesar de la batalla por la ciudad, irónicamente, la universidad local sigue funcionando.
La universidad ya cuenta con 222 inscritos / as en las siguientes facultades:
Literatura: 121
Economía: 51
Ingeniería: 50
Agricultura y medicina abrirán el siguiente curso. Son dos facultades básicas en un cantón que se autoabastece dado que Turquía por el norte y oeste, la oposición siria por el este y el gobierno de Damasco por el sur bloquean el acceso a medicinas y / o alimentos.Todavía están construyéndose instalaciones que quieren acoger 10.000 alumnos. Por el momento las clases se hacen en la Alta Escuela de Agricultura de la propia ciudad de Efrîn.
La institución es resultado de la negativa de varios estados de proporcionar instituciones educativas a los kurdos de Siria. No se quiere que marchen como refugiados pero tampoco se les proporciona educación en su propio país. Una contradicción terrible. Desde 2013 universidades de Rusia, Finlandia, Turquía y la propia Siria han negado a ofrecer un derecho tan elemental como la educación. ¿Merecen ser llamadas universidades?
Si forma parte del colectivo educativo y está interesado / a en ayudar a la Universidad de Efrîn contáctenos en KurdisCat@gmail.com
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