Petición al Presidente y los Estados Miembro del Consejo Europeo, la
Alta representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de
Seguridad and el Comisario de Ampliación y Política Europea de Vecinda.
En los días de purga que siguieron al fallido golpe de estado, decenas de miles de funcionarios públicos, miembros del ejército, profesores y académicos perdieron sus trabajos –y en algunos casos también su libertad– sin derecho a recurso. Los periodistas están siendo detenidos sin juicio y el estado está censurando los medios de comunicación.
Pero esto no ha sido más que el principio. La noche del miércoles 20 de julio Erdogan declaró el estado de excepción, seguido después por la suspensión del Convenio Europeo de Derechos Humanos. Al hacerlo, ha acabado de un plumazo con cualquier pretensión de mantener los derechos humanos, los principios democráticos y el estado de derecho. Ha llegado incluso a proponer la reintroducción de la pena de muerte. Esto solo significa una cosa: campañas aún más violentas contra los disidentes políticos y un giro más radical aún hacia un régimen autoritario.
Hace mucho tiempo que Turquía aspira a convertirse en miembro de la UE, aunque las negociaciones de adhesión hayan avanzado lentamente. Pero no hay espacio en la comunidad europea para un régimen que viola nuestros valores básicos: la libertad de expresión, la protección de las minorías y el derecho a un juicio justo. La Unión Europea debe repudiar las acciones de Erdogan y suspender las negociaciones para la adhesión de Turquía a la UE mientras se mantenga la situación.
Enlace a la petición con más de 110.000 firmas recogidas.
Petición
La Unión Europea debería suspender inmediatamente todas las negociaciones sobre la adhesión al bloque europeo de Turquía. Además, debería llevar a cabo medidas para garantizar el respeto de los derechos humanos y el estado de derecho en Turquía. Para ello, entre otras cosas, se debería seguir trabajando para reforzar la sociedad civil y establecer un diálogo constructivo, empezando por la creación de una misión de la Unión Europea de observación de los acontecimientos en el ámbito de los derechos fundamentales y del estado de derecho en Turquía.¿Por qué es importante?
En una reacción brutalmente desproporcionada al intento de golpe de estado militar, el presidente turco Erdogan ha aprovechado la oportunidad para lanzar un ataque a gran escala contra la democracia y el estado de derecho. En una tentativa de alcanzar poder absoluto, ha arrestado o despedido a miles de jueces, profesores y decanos de muchas universidades del país [1].En los días de purga que siguieron al fallido golpe de estado, decenas de miles de funcionarios públicos, miembros del ejército, profesores y académicos perdieron sus trabajos –y en algunos casos también su libertad– sin derecho a recurso. Los periodistas están siendo detenidos sin juicio y el estado está censurando los medios de comunicación.
Pero esto no ha sido más que el principio. La noche del miércoles 20 de julio Erdogan declaró el estado de excepción, seguido después por la suspensión del Convenio Europeo de Derechos Humanos. Al hacerlo, ha acabado de un plumazo con cualquier pretensión de mantener los derechos humanos, los principios democráticos y el estado de derecho. Ha llegado incluso a proponer la reintroducción de la pena de muerte. Esto solo significa una cosa: campañas aún más violentas contra los disidentes políticos y un giro más radical aún hacia un régimen autoritario.
Hace mucho tiempo que Turquía aspira a convertirse en miembro de la UE, aunque las negociaciones de adhesión hayan avanzado lentamente. Pero no hay espacio en la comunidad europea para un régimen que viola nuestros valores básicos: la libertad de expresión, la protección de las minorías y el derecho a un juicio justo. La Unión Europea debe repudiar las acciones de Erdogan y suspender las negociaciones para la adhesión de Turquía a la UE mientras se mantenga la situación.
Enlace a la petición con más de 110.000 firmas recogidas.
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