Burak Açıkalın, un ingeniero que fue despedido de la Dirección de Inteligencia de Turquía y arrestado tras un fallido golpe de estado el 15 de julio debido a su supuesta participación en el intento, fue encontrado muerto el jueves 10 de noviembre en una prisión en la provincia turca de Kırıkkale.
El diario turco Hürriyet, informó que Açıkalın se suicidó en su celda. La muerte de Açıkalın fue el decimosexto suicidio oficial sospechoso entre las personas afectadas por una caza de brujas en curso contra supuestos sospechosos de golpe.
El anterior "suicidio" fue el del coronel Kizilarslan, uno de los militares acusados de golpismo. Fue encontrado en su celda el 5 de noviembre. Kızılarslan había estado trabajando como ingeniero en la dirección y acusado de transmitir información secreta a Fuat Avni, un usuario anónimo de Twitter con casi 3 millones de seguidores. Avni tiene un historial creíble de descubrir la corrupción y las irregularidades entre los funcionarios gubernamentales de Erdogan.
Al menos 21 personas habrían cometido suicidio después de haber sido encarceladas por vínculos con el movimiento o tras estar vinculadas al movimiento fuera de la prisión. Los familiares de la mayoría de ellos afirman que los detenidos no son el tipo de personas que se suicidan, arrojando dudas sobre la narración oficial. También se rumorea que algunos de los detenidos fueron asesinados tras ser sometidos a tortura bajo custodia. En cualquier caso, a este ritmo, no declarará ningún golpista. Todos ellos han negado su participación en el golpe y su muerte supone un alivio para Recep Tayyip Erdogan acusado, entre otros, por Fetullah Gülen o el eurodiputado de Izquierda Unida, Javier Couso, de haber organizado el golpe para su propio beneficio.
El diario turco Hürriyet, informó que Açıkalın se suicidó en su celda. La muerte de Açıkalın fue el decimosexto suicidio oficial sospechoso entre las personas afectadas por una caza de brujas en curso contra supuestos sospechosos de golpe.
El anterior "suicidio" fue el del coronel Kizilarslan, uno de los militares acusados de golpismo. Fue encontrado en su celda el 5 de noviembre. Kızılarslan había estado trabajando como ingeniero en la dirección y acusado de transmitir información secreta a Fuat Avni, un usuario anónimo de Twitter con casi 3 millones de seguidores. Avni tiene un historial creíble de descubrir la corrupción y las irregularidades entre los funcionarios gubernamentales de Erdogan.
Al menos 21 personas habrían cometido suicidio después de haber sido encarceladas por vínculos con el movimiento o tras estar vinculadas al movimiento fuera de la prisión. Los familiares de la mayoría de ellos afirman que los detenidos no son el tipo de personas que se suicidan, arrojando dudas sobre la narración oficial. También se rumorea que algunos de los detenidos fueron asesinados tras ser sometidos a tortura bajo custodia. En cualquier caso, a este ritmo, no declarará ningún golpista. Todos ellos han negado su participación en el golpe y su muerte supone un alivio para Recep Tayyip Erdogan acusado, entre otros, por Fetullah Gülen o el eurodiputado de Izquierda Unida, Javier Couso, de haber organizado el golpe para su propio beneficio.
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