Los grupos paramilitares de mayoría chiíta, Hashd al-Shaabi, han irrumpido en la región de mayoría yezidi de Irak modificando el ya de por si precario equilibrio existente. Se complican los actores y sus relaciones cada vez más tensas a medida que Estado Islámico, enemigo común, se derrumba.
Hahsd al-Shaabi se lleva el triunfo de Kocho
Hashd al-Shaabi, también conocidas por sus siglas en inglés PMU o PMF (Unidades o Fuerzas de Movilización Popular),
lanzaron la campaña “Mártires de Shengal” o "“Muhammed Rasululla”. Gracias a ella el Estado Islámico fue expulsado el pasado
25 de mayo de Kocho. Dicha ciudad, a 18 km de Sinjar, es emblemática para los yezidi. En ella vivían unos 4.000 yezidi el verano de 2014 y fue donde el Estado Islámico, también conocido por sus siglas en inglés IS, se cebó en la minoría yezidi. Nadia Murad, embajadora de la ONU sobre el genocidio yezidi, lo sufrió en Kocho.
Miembros de los peshmerga yezidi en el Santuario de Sharaffadin junto a religiosos yezidi
Cambio de bando
Los últimos movimientos de
Hashd están modificando, también, el complejo escenario político-militar kurdo yezidi. El 14 de mayo la tribu mandkan
anunciaba que se incorporaba a los paramilitares de mayoría chiíta. Naif Jasim Qasim, líder tribal y máximo responsable de Kocho, retornaba de su exilio en Alemania y aterrizaba en Bagdad para confirmar su retorno a la ciudad bajo la bandera de
Hashd. Fue el primer golpe. El segundo llegaba solo cinco días después cuando Talib Naib, hasta ahora comandante yezidi de las Fuerzas Peshmerga, abandonaba estas para incorporarse con sus guerreros e incluso su hijo a
Hashd. Naib ya ha pasado de ser miembro de la Unión Patriótica del Kurdistán, de su rival, el Partido Democrático del Kurdistán y es una figura muy respetada entre los kurdos yezidi. Naib ha criticado el quietismo de los peshmerga del PDK frenta a Kocho y elogiado la decisión de
Hashd de lanzarse sobre la localidad.
El Comandante yezidi Naif Jasim Qasim, derecha, junto al Comandante de Hashd Mahdi Mahdis, tras anunciar su paso a esta fuerza
Yekîneyên Berxwedana Şengalê
Tres fuerzas que serán cuatro
Hasta ahora los combatientes yezidi estaban divididos entre tres fuerzas principales. La mayor es la de las unidades que combaten bajo la bandera de las Fuerzas Peshmerga afines al PDK del presidente kurdo Masud Barzani. Qasim Shesho, de las Fuerzas Peshmerga de Shengal, conocido como el "viejo tigre de la montaña de Sinjar" dirige unidades que cuentan con el apoyo de las máximas autoridades religiosas yezidi. Shesho reconoce que unos quince peshmerga de su unidad han seguido a Naib pero minimiza las cifras de milicianos que se han pasado a
Hashd.
Dicho grupo han entrado en colisión frente a las Unidades de Defensa de Shengal (YBŞ,
Yekîneyên Berxwedana Şengalê), afines al Partido de Trabajadores del Kurdistán (PKK). Este grupo fue el que resistió la embestida del IS en agosto de 2014, abrió un corredor y controla la frontera con Siria. En la otra parte cuenta con el apoyo de las YPG/YPJ hegemónicas en el Norte de Siria y adversarias del Consejo Nacional Kurdo de Siria (ENKS por sus siglas kurdas). El Consejo, que tiene prohibido por las YPG/YPJ, crear milicias propias, cuenta con el apoyo del PDK.
En medio del pulso entre el PDK y el PKK se encuentra Haydar Shehso y su milicia
Hêza Parastina Êzîdxanê (HPÊ, Fuerza de Protección de Ezidxan), antes denominada HPŞ. Ha sido detenido dos veces por el gobierno del PDK que le ha obligado a mantenerse dentro de su disciplina. Su grupo es mayor que las YBŞ pero se ha visto superado por la juventud y activismo de estas. Al contrario que el resto de grupos, HPÊ no está vinculada a ningún grupo político kurdo. Sin embargo, en octubre de 2015, se unió a la Alianza de Sinjar junto a las YBŞ y su ala femenina
Yekinêyen Jinên Êzidxan (YJÊ).
Arriba: logo de HPŞ aún con el antigo nombre. Abajo: Batallón Kocho junto a otros miembros de Hashd.
Un nuevo escenario
La emergencia de una nueva fuerza yezidi, afín a Hashd, complica aún más la situación. Hashd mantiene excelentes relaciones con las YBŞ. Al fin y al cabo ambos grupos reciben apoyo militar y financiero del gobierno de Bagdad, siempre en tensión con el PDK por su intención de convocar un referéndum kurdo de autodeterminación. Hashd pretende transformar su imagen de grupo fundamentalista chií con sus banderas de Alí ondeando a todas horas. Para ello crearon una unidad de asirios cristianos, Unidades de Babilonia, frente a las existentes ya. Se tratan de Dwekh Nashwa, NPF o NPU que se oponen a servir a los musulmanes chiíes y se declaran independientes o coordinadas al gobierno kurdo. La entrada de Hashd en la llanura de Nínive ha aumentado al tensión entre dichos grupos. Juntos contra el IS no había fisuras.
Hashd no solo ha conquistado Kocho, ha cortado las carreteras Shengal-Baaj y Hatamiya-Kocho. Ha capturado Maliha, Hatmiya, Qabousiya, Imyihat desde que el 12 de mayo inició la campaña "Mártires de Shengal". Qairawan está habitada en su mayoría por árabes sunnitas pero una docena de poblaciones de su entorno (Kocho, Tell Banat, Tell Qasab o Gir Azer) eran de mayoría yezidi. El siguiente paso es capturar Qairawan y Baaj. La presencia de yezidi en sus filas refuerza el papel de
Hashd como interlocutor privilegiado en la región en detrimento del gobierno kurdo de Erbil. Mahdi Mahdis, Comandante de Hashd en el operativo que incluye Mosul, y que han bautizado como 'Mahdi Muhandis' se ha apresurado a indicar que tenían combatientes yezidi entre sus filas integrados en los nuevos 'Batallón Lalish' y 'Batallón Kocho'. Ha asegurado que
entregarán la localidad a los yezidi y se limitarán a "prestarles protección". La respuesta del PDK fue detener al líder religioso Fakhr Khalaf Khoudeida que vistó Kocho tras su conquista y se fotografió con tropas chiís. Paralelamente el yezidi Nawaf Sheikh Miski, afín al PDK, fue asesinado en Sinjar el día 25 de mayo para empeorar un panorama cada vez más complejo.
Fakhr Khalaf Khoudeida, vestido de blanco, segundo a la izquierda, en Kocho con miembros de Hashd
