Las Yekîneyên Parastinê Gel (Unitats de Defensa Popular, YPG) y el ejército turco se han enfrentado al oeste del Eúfrates las últimas horas. El pasado 24 de agosto tropas turcas y mercenarios de supuesta (no verificada) procedencia siria de Idlib iniciaron la invasión de territorio sirio. Días antes, el 17 de agosto, Erdogan anunció la liberación de 38.000 presos comunes turcos cuyo destino no ha sido aclarado. Ello coincide con la súbita aparición de miles de "opositores sirios" en Jarablus de los que no se tenía noticia.
Horas después del inicio de la invasión, el mismo 24 de agosto, el ministro de exteriores turco, Mevlut Cavusoglu, ordenaba a las fuerzas kurdas que se retiraran al este del río Eúfrates y abandonaran la región de Manbij dónde los últimos meses habían expulsado al Estado Islámico de más de 200 localidades. En el mismo sentido se pronunció el vicepresidente de los EEUU, Joe Biden. El número 2 de Obama de visita "casual" en Ankara el mismo día 24 ordenó a YPG y las SDF que abandonaran el territorio conquistado con un horrible esfuerzo de sangre.
Las YPG han hecho caso omiso de las amenazas turcas y norteamericanas. Redur Xelil respondió el mismo día 24 en términos muy claros: "Estamos en nuestra propia tierra, y no la abandonaremos ni si li pide Turquía ni cualquier otro poder". Ya el pasado día 20 las Fuerzas Democráticas de Siria anunciaban que entregaban el poder de Manbij a un Consejo local integrado por habitantes de la zona. Por lo tanto, formalmente, es éste el que rige en Manbij y el Consejo Militar de Manbij el que la custodia. Cuatro días antes de la orden turco-EEUU. Más aún, las SDF han asegurado que intervendrán a petición del Consejo en cualquier momento.
En este marco, el Estado Islámico se retiró sin un sólo disparo, de 15 poblaciones del norte de Manbij. El ejército turco empezó a descender sobre la ciudad pero se han encontrado por una línea de defensa de las SDF e YPG. Tras días de escaramuzas, hoy la aviación turca ha empezado a bombardear, por aire, las defensas de YPG. Así lo ha denunciado la propia milicia kurda culpando a Ankara de víctimas civiles. El Consejo Militar de Jarablus, de las SDF, ha denunciado la "peligrosa escalada" turca.
Dichos enfrentamientos han sido confirmados por el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, según recoge Rudaw, y por Reuters así como ataques de artillería turca sobre el cantón de Efrîn. Uno de los mercenarios pro turcos, Ahmad Osman, del grupo opositor Brigada del Sultan Murad, ha asegurado que la fuerza invasora pretende dirigirse a Marea, es decir, en dirección oeste. A unos 70 kilómetros. Sin embargo son localidades bajo control de las SDF las que están siendo objetivo de la expedición. Concretamente Amarinah, a 8 kilómetros al sur de Jarablus y en poder de las SDF que han excavado trincheras para su defensa frente al invasor turco.
Horas después del inicio de la invasión, el mismo 24 de agosto, el ministro de exteriores turco, Mevlut Cavusoglu, ordenaba a las fuerzas kurdas que se retiraran al este del río Eúfrates y abandonaran la región de Manbij dónde los últimos meses habían expulsado al Estado Islámico de más de 200 localidades. En el mismo sentido se pronunció el vicepresidente de los EEUU, Joe Biden. El número 2 de Obama de visita "casual" en Ankara el mismo día 24 ordenó a YPG y las SDF que abandonaran el territorio conquistado con un horrible esfuerzo de sangre.
Las YPG han hecho caso omiso de las amenazas turcas y norteamericanas. Redur Xelil respondió el mismo día 24 en términos muy claros: "Estamos en nuestra propia tierra, y no la abandonaremos ni si li pide Turquía ni cualquier otro poder". Ya el pasado día 20 las Fuerzas Democráticas de Siria anunciaban que entregaban el poder de Manbij a un Consejo local integrado por habitantes de la zona. Por lo tanto, formalmente, es éste el que rige en Manbij y el Consejo Militar de Manbij el que la custodia. Cuatro días antes de la orden turco-EEUU. Más aún, las SDF han asegurado que intervendrán a petición del Consejo en cualquier momento.
En este marco, el Estado Islámico se retiró sin un sólo disparo, de 15 poblaciones del norte de Manbij. El ejército turco empezó a descender sobre la ciudad pero se han encontrado por una línea de defensa de las SDF e YPG. Tras días de escaramuzas, hoy la aviación turca ha empezado a bombardear, por aire, las defensas de YPG. Así lo ha denunciado la propia milicia kurda culpando a Ankara de víctimas civiles. El Consejo Militar de Jarablus, de las SDF, ha denunciado la "peligrosa escalada" turca.
Dichos enfrentamientos han sido confirmados por el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, según recoge Rudaw, y por Reuters así como ataques de artillería turca sobre el cantón de Efrîn. Uno de los mercenarios pro turcos, Ahmad Osman, del grupo opositor Brigada del Sultan Murad, ha asegurado que la fuerza invasora pretende dirigirse a Marea, es decir, en dirección oeste. A unos 70 kilómetros. Sin embargo son localidades bajo control de las SDF las que están siendo objetivo de la expedición. Concretamente Amarinah, a 8 kilómetros al sur de Jarablus y en poder de las SDF que han excavado trincheras para su defensa frente al invasor turco.
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