La designación de una persona de etnia turca para liderar la Comunidad Religiosa Islámica de Austria (Islamischen Glaubensgemeinschaft,
IGGiÖ, por sus siglas en alemán), principal representante de los
musulmanes en el país, ha sido discutida por grupos musulmanes que se
oponen a la creciente influencia de Turquía en la práctica del islam en Austria.
El 19 de junio Ibrahim Olgun, teólogo de 28 años nacido en Austria y vinculado al Estado turco, fue nombrado discretamente sustituto de Fuat Sanac, de 62 años, que dejó el cargo tras ejercer de presidente de la IGGiÖ durante cinco años.
Sanac, que también es turco, fue denostado por las autoridades turcas por ayudar al Gobierno austriaco a redactar una nueva ley del islam (Islamgesetz) con el propósito de promover un islam “con un carácter más austriaco”. La ley, promulgada en febrero de 2015, pretende reducir las injerencias externas prohibiendo la financiación extranjera de mezquitas, imanes y organizaciones musulmanas. También hace hincapié en que la legislación austriaca prevalece sobre la sharia.
A los observadores les preocupa que Olgun –miembro de la Unión Turco-Islámica para la Cooperación Cultural y Social en Austria (ATIB, por sus siglas en alemán), una influyente organización que ha prometido impugnar la ley del islam ante el Constitucional austriaco– utilice su nueva posición para trabajar contra dicha ley y aumentar la influencia de Turquía sobre los musulmanes del país.
Al menos ocho asociaciones musulmanas austriacas (que representan a musulmanes albaneses, árabes, bosnios y sufíes) se han enfrentado a Olgun, que fue seleccionado por el Consejo de la Shura (Schrarat) de la IGGiÖ, un comité consultivo –shura significa “consulta” en árabe– cuyos cinco miembros son de etnia turca.
Los estatutos de la IGGiÖ exigen que el candidato a liderar la organización tenga al menos 35 años, pero el Consejo de la Shura suprimió secretamente esa cláusula el pasado diciembre, según Hasán Musa, líder de la Comunidad Religiosa Árabe en Austria (Arabischen Kultusgemeinde). Musa dijo que la elección de Olgun era “antidemocrática” e “ilegal”, y añadió que sus lazos con la ATIB iban a inclinar más el equilibrio de poder dentro de la IGGiÖ en favor de Turquía.
La ATIB, una organización paraguas que opera en más de 60 mezquitas, está directamente gestionada por el agregado para asuntos religiosos de la embajada turca en Viena, y los imanes de dichas mezquitas son funcionarios turcos. La ATIB y su homóloga alemana, la Unión Turco-Islámica para los Asuntos Religiosos (Ditib, por sus siglas en alemán), están financiadas por la Dirección para los Asuntos Religiosos del Gobierno de Turquía, conocida en turco como Diyanet.
Según Ralph Ghadban, experto en Turquía residente en Berlín, la principal misión de ATIB y Ditib es “instalar la versión oficial del islam del Gobierno turco” en Austria y Alemania. Dice que ambas organizaciones son “los brazos extendidos” del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, que las utiliza para promover el nacionalismo turco como antídoto contra la integración entre la diáspora turca.
Ghadban advierte de que el islam que se está predicando en las mezquitas europeas controladas por Turquía es “un islam de la sharia con fuertes tintes de nacionalismo turco” que pide “un estricto apartamiento de los valores individualistas occidentales”. También dice que la Ditib ha reforzado sus vínculos con Milli Görüs (“Visión Nacional” en turco), un influyente movimiento islamista que se opone rotundamente a la integración musulmana en la sociedad europea.
Olgun, que estudió Teología Islámica en la Universidad de Ankara, ha prometido representar a todos los musulmanes de Turquía:
En Austria, la ATIB compite directamente con el Centro Internacional Rey Abdulá ben Abdulaziz para el Diálogo Interreligioso e Intercultural, con sede en Viena y financiado por Arabia Saudí, el cual, según los críticos, es un “centro de propaganda” permanente desde el que se difunde el wahabismo.
Olgun fue asimismo “inspector de instrucción religiosa islámica” (Fachinspektor für islamischen Religionsunterricht) para la IGGiÖ en Viena, donde trabajó para asegurarse de que a los niños musulmanes se les enseñaba una versión del islam que presumiblemente cumple con los estándares establecidos por el Gobierno turco.
La IGGiÖ, que representa a más de 250 asociaciones musulmanas de toda Austria, provee educación religiosa islámica financiada públicamente a colegios austriacos públicos y privados. En 2014 presentó unos nuevos libros de texto (financiados públicamente) para la enseñanza formal del islam en las escuelas de primaria de todo el país. Según la IGGiÖ, los nuevos libros de texto –llamados Hora del Islam (Islamstunde)– se basan en “fuentes seguras y reconocidas del islam” y tienen el propósito de “incorporar el islam a la vida de los estudiantes”.
A diferencia de las versiones anteriores, que fueron criticadas por “tener un tono excesivamente marcial” y no estar “lo suficientemente orientadas a los valores europeos”, los nuevos textos se han elaborado sobre la base de “un modelo didáctico completamente novedoso para la educación basado en la competencia”.
Sin embargo, el pasado mes de febrero la Universidad de Viena publicó un estudio que revelaba que los parvularios islámicos de la capital austriaca estaban dominados por “intelectuales salafistas e islamistas políticos” que coadyuvaban al “aislamiento por motivos teológicos” de los alumnos musulmanes. El informe cuestiona las aseveraciones de la IGGiÖ respecto a que se hayan retirado los libros de texto antioccidentales de los colegios austriacos: “En muchas de sus publicaciones, los Hermanos Musulmanes y Milli Görüs rechazan el estilo de vida musulmán aseverando que es una cosmovisión inferior”.
Olgun rechaza las críticas en su contra: “Dicen que soy demasiado joven, que soy el brazo extendido del Estado turco. No es cierto. Yo nací en Austria. Me crié aquí y soy ciudadano austriaco. No soy un funcionario turco”.
Los partidarios de Olgun dicen que ha llegado la hora de “un cambio generacional” en la IGGiÖ porque la comunidad musulmana de Austria es joven y está creciendo rápidamente. La población musulmana de Austria supera los 500.000 individuos (aproximadamente el 6% de la población total), frente a una cifra estimada de 150.000 (o el 2%) en 1990. Se espera que llegue a los 800.000 habitantes (o el 9,5%) en 2030, según cálculos recientes.
Los estudiantes musulmanes ya superan en número a los católicos en las escuelas de educación básica y secundaria en Viena, según las estadísticas oficiales, que demuestran que los musulmanes también están a punto de superar a los católicos en las de primaria. Los datos confirman un gran cambio demográfico y religioso en Austria, país tradicionalmente católico.
© Versión en español: Revista El Medio
El 19 de junio Ibrahim Olgun, teólogo de 28 años nacido en Austria y vinculado al Estado turco, fue nombrado discretamente sustituto de Fuat Sanac, de 62 años, que dejó el cargo tras ejercer de presidente de la IGGiÖ durante cinco años.
Sanac, que también es turco, fue denostado por las autoridades turcas por ayudar al Gobierno austriaco a redactar una nueva ley del islam (Islamgesetz) con el propósito de promover un islam “con un carácter más austriaco”. La ley, promulgada en febrero de 2015, pretende reducir las injerencias externas prohibiendo la financiación extranjera de mezquitas, imanes y organizaciones musulmanas. También hace hincapié en que la legislación austriaca prevalece sobre la sharia.
A los observadores les preocupa que Olgun –miembro de la Unión Turco-Islámica para la Cooperación Cultural y Social en Austria (ATIB, por sus siglas en alemán), una influyente organización que ha prometido impugnar la ley del islam ante el Constitucional austriaco– utilice su nueva posición para trabajar contra dicha ley y aumentar la influencia de Turquía sobre los musulmanes del país.
Al menos ocho asociaciones musulmanas austriacas (que representan a musulmanes albaneses, árabes, bosnios y sufíes) se han enfrentado a Olgun, que fue seleccionado por el Consejo de la Shura (Schrarat) de la IGGiÖ, un comité consultivo –shura significa “consulta” en árabe– cuyos cinco miembros son de etnia turca.
Los estatutos de la IGGiÖ exigen que el candidato a liderar la organización tenga al menos 35 años, pero el Consejo de la Shura suprimió secretamente esa cláusula el pasado diciembre, según Hasán Musa, líder de la Comunidad Religiosa Árabe en Austria (Arabischen Kultusgemeinde). Musa dijo que la elección de Olgun era “antidemocrática” e “ilegal”, y añadió que sus lazos con la ATIB iban a inclinar más el equilibrio de poder dentro de la IGGiÖ en favor de Turquía.
La ATIB, una organización paraguas que opera en más de 60 mezquitas, está directamente gestionada por el agregado para asuntos religiosos de la embajada turca en Viena, y los imanes de dichas mezquitas son funcionarios turcos. La ATIB y su homóloga alemana, la Unión Turco-Islámica para los Asuntos Religiosos (Ditib, por sus siglas en alemán), están financiadas por la Dirección para los Asuntos Religiosos del Gobierno de Turquía, conocida en turco como Diyanet.
Según Ralph Ghadban, experto en Turquía residente en Berlín, la principal misión de ATIB y Ditib es “instalar la versión oficial del islam del Gobierno turco” en Austria y Alemania. Dice que ambas organizaciones son “los brazos extendidos” del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, que las utiliza para promover el nacionalismo turco como antídoto contra la integración entre la diáspora turca.
Ghadban advierte de que el islam que se está predicando en las mezquitas europeas controladas por Turquía es “un islam de la sharia con fuertes tintes de nacionalismo turco” que pide “un estricto apartamiento de los valores individualistas occidentales”. También dice que la Ditib ha reforzado sus vínculos con Milli Görüs (“Visión Nacional” en turco), un influyente movimiento islamista que se opone rotundamente a la integración musulmana en la sociedad europea.
Olgun, que estudió Teología Islámica en la Universidad de Ankara, ha prometido representar a todos los musulmanes de Turquía:
Yo mismo he experimentado lo que es crecer en Austria y cuestionarme mi propia identidad. ¿Qué es religión y qué es tradición? Vale la pena reflexionar sobre ello y hacer después la investigación teológica. Hoy, en Austria me siento en casa como musulmán, pero tampoco olvido mis raíces. Por lo tanto, tenderé puentes.Olgun insiste en que no será la marioneta de Erdogan y en que no permitirá injerencias de la ATIB. Sin embargo, Olgun era hasta hace poco el hombre clave de la ATIB para el “diálogo interreligioso”, un método básico para difundir el islam en Occidente retratándolo como una religión de paz y tolerancia.
En Austria, la ATIB compite directamente con el Centro Internacional Rey Abdulá ben Abdulaziz para el Diálogo Interreligioso e Intercultural, con sede en Viena y financiado por Arabia Saudí, el cual, según los críticos, es un “centro de propaganda” permanente desde el que se difunde el wahabismo.
Olgun fue asimismo “inspector de instrucción religiosa islámica” (Fachinspektor für islamischen Religionsunterricht) para la IGGiÖ en Viena, donde trabajó para asegurarse de que a los niños musulmanes se les enseñaba una versión del islam que presumiblemente cumple con los estándares establecidos por el Gobierno turco.
La IGGiÖ, que representa a más de 250 asociaciones musulmanas de toda Austria, provee educación religiosa islámica financiada públicamente a colegios austriacos públicos y privados. En 2014 presentó unos nuevos libros de texto (financiados públicamente) para la enseñanza formal del islam en las escuelas de primaria de todo el país. Según la IGGiÖ, los nuevos libros de texto –llamados Hora del Islam (Islamstunde)– se basan en “fuentes seguras y reconocidas del islam” y tienen el propósito de “incorporar el islam a la vida de los estudiantes”.
A diferencia de las versiones anteriores, que fueron criticadas por “tener un tono excesivamente marcial” y no estar “lo suficientemente orientadas a los valores europeos”, los nuevos textos se han elaborado sobre la base de “un modelo didáctico completamente novedoso para la educación basado en la competencia”.
Sin embargo, el pasado mes de febrero la Universidad de Viena publicó un estudio que revelaba que los parvularios islámicos de la capital austriaca estaban dominados por “intelectuales salafistas e islamistas políticos” que coadyuvaban al “aislamiento por motivos teológicos” de los alumnos musulmanes. El informe cuestiona las aseveraciones de la IGGiÖ respecto a que se hayan retirado los libros de texto antioccidentales de los colegios austriacos: “En muchas de sus publicaciones, los Hermanos Musulmanes y Milli Görüs rechazan el estilo de vida musulmán aseverando que es una cosmovisión inferior”.
Olgun rechaza las críticas en su contra: “Dicen que soy demasiado joven, que soy el brazo extendido del Estado turco. No es cierto. Yo nací en Austria. Me crié aquí y soy ciudadano austriaco. No soy un funcionario turco”.
Los partidarios de Olgun dicen que ha llegado la hora de “un cambio generacional” en la IGGiÖ porque la comunidad musulmana de Austria es joven y está creciendo rápidamente. La población musulmana de Austria supera los 500.000 individuos (aproximadamente el 6% de la población total), frente a una cifra estimada de 150.000 (o el 2%) en 1990. Se espera que llegue a los 800.000 habitantes (o el 9,5%) en 2030, según cálculos recientes.
Los estudiantes musulmanes ya superan en número a los católicos en las escuelas de educación básica y secundaria en Viena, según las estadísticas oficiales, que demuestran que los musulmanes también están a punto de superar a los católicos en las de primaria. Los datos confirman un gran cambio demográfico y religioso en Austria, país tradicionalmente católico.
Soeren Kern
© Versión original (inglés): Gatestone Institute© Versión en español: Revista El Medio
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