Así lo ha concretado el primer ministro Binali Yıldırım en el cargo tras la dimisión de Ahmed Davutoğlu. A medida que pasan los meses se aclara que Davutoğlu dimitió el 22 de mayo de 2016 por oponerse a la invasión de Siria y los planes golpistas de Erdogan.
Yıldırım, en cambio, destaca por su falta de criterio y seguidismo a Erdogan. Esta misma semana ha dimitido un alto cargo del gobierno islamista en un "movimiento sorprendente" según la propia prensa turca. Efkan Ala, ministro del interior, no ha explicitado sus motivos pero sin duda el papel de Erdogan y su deriva violenta tienen mucho que ver.
Yıldırım ha considerado normalizadas totalmente las relaciones con Israel y Rusia y ha apuntado a Egipto, y sobretodo la Siria de Bashar al Assad como próximo objetivo. "Turquía ha hecho serios esfuerzos para normalizar las relaciones con Siria y Egipto a corto plazo. En política exterior, nuestro principio es incrementar las amistades mientras reducimos las hostilidades". La alianza turco-siria supone una soga al cuello para la minoría kurda atrapada entre el imperialismo árabe de Assad y el imperialismo neo otomano de Erdogan.
En la misma comparecencia, el político turco ha cuantificado en 52.000 las personas, de 145 estados, que tienen vetada su entrada en Turquía a partir de ahora. Hasta 3.800 han sido deportadas entre ellas diversos periodistas.
Yıldırım, en cambio, destaca por su falta de criterio y seguidismo a Erdogan. Esta misma semana ha dimitido un alto cargo del gobierno islamista en un "movimiento sorprendente" según la propia prensa turca. Efkan Ala, ministro del interior, no ha explicitado sus motivos pero sin duda el papel de Erdogan y su deriva violenta tienen mucho que ver.
Yıldırım ha considerado normalizadas totalmente las relaciones con Israel y Rusia y ha apuntado a Egipto, y sobretodo la Siria de Bashar al Assad como próximo objetivo. "Turquía ha hecho serios esfuerzos para normalizar las relaciones con Siria y Egipto a corto plazo. En política exterior, nuestro principio es incrementar las amistades mientras reducimos las hostilidades". La alianza turco-siria supone una soga al cuello para la minoría kurda atrapada entre el imperialismo árabe de Assad y el imperialismo neo otomano de Erdogan.
En la misma comparecencia, el político turco ha cuantificado en 52.000 las personas, de 145 estados, que tienen vetada su entrada en Turquía a partir de ahora. Hasta 3.800 han sido deportadas entre ellas diversos periodistas.
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