Rifaat Asad, apodado El carnicero de Hama y tío del presidente sirio, Bashar Asad, tiene cada vez más propiedades embargadas. Según los últimos datos de la investigación que la Audiencia Nacional dirige contra él en colaboración con las autoridades de Francia, los bienes bloqueados al ex vicepresidente de Siria y su familia están valorados ya en casi 1.000 millones de euros.
La operación comenzó a principios de año, tras la petición del Servicio de Aduanas de Francia de colaborar a los agentes de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil (UCO). El pasado mes de abril se registraron empresas y viviendas relacionadas con Rifaat Asad, acusado de perpetrar la matanza de entre 10.000 y 25.000 personas a principios de los 80 y exiliado poco después a Europa.
Los agentes de la Guardia Civil, junto a la Oficina de Recuperación y Gestión de Activos, han encontrado más propiedades, dinero y bienes de los que se hallaron hace dos meses. Entre los inmuebles bloqueados se encuentra un parking en Puerto Banús (Málaga), considerado el aparcamiento más caro de España, además de un lujoso hotel y la última parcela urbanizable de Marbella en la mejor zona.
El conjunto supera las 500 propiedades repartidas por toda España, sobre todo en la provincia de Málaga, donde además se han descubierto algunas operaciones con las que el tío del presidente sirio pretendía aumentar aún más su fortuna.
Una de ellas se refiere a la finca La Máquina, en el municipio malagueño de Benahavís, sobre la que la Junta de Andalucía estaba interesada para crear un parque natural. Según fuentes cercanas a la investigación, Rifaat Asad propuso al Gobierno regional regalarle un 90% de sus 33 millones de metros cuadrados a cambio de que le recalificasen el otro 10% para especular.
En el caso de la parcela marbellí, llamada Ancon, los agentes sospechan que el solar, vendido por 40 millones de euros, en realidad se vendió por 80 millones, aunque con la ayuda de una sociedad interpuesta en Gibraltar, que a su vez ha sido comprada por un tercero y podría ser un maniobra de alzamiento de bienes para evitar el embargo de la Audiencia Nacional. Además, la transferencia de la sociedad en Gibraltar sirve para eludir impuestos por la venta del terreno.
Las propiedades de la familia Asad incluyen unas 300 alfombras persas, cientos de cuadros valorados entre 2.000 y 5.000 euros, joyas, antigüedades y vehículos. Destacan cinco coches blindados, entre los que se encuentra un Hummer, es decir, el vehículo que usan los soldados de Estados Unidos.
El pasado verano, cuando comenzó la investigación de este caso en Francia, las autoridades del país galo embargaron a Rifaat Asad un castillo y un criadero de caballos en el Valle del Oise, entre otros bienes que se valoraron en más de 90 millones.
Cuando Asad abandonó Siria compaginó su vida en Europa entre Inglaterra, Francia y España. Aunque el grueso de su patrimonio está en España, los investigadores no descartan que las autoridades británicas también comiencen a embargarle sus bienes con la ayuda de la National Crime Agency.
Los hechos presuponían que Rifaat Asad huyó de Siria con lo puesto. Sin embargo, tras una denuncia de las organizaciones de lucha contra la corrupción Sherpa y Transparencia Internacional Francia, en 2013, se puso el foco en el origen de su opulencia multimillonaria.
Las sospechas que maneja el juez Renaud van Ruymbeke, el instructor de esta causa en Francia -en España, el juez que instruye este procedimiento es José de la Mata-, son que Rifaat robó unos 300 millones de dólares de dinero público sirio en los años 80, con el método de inflar los presupuestos y quedarse una parte. Así habría ido invirtiendo su fortuna durante 30 años hasta multiplicarla en lo que es hoy. Lo paradójico es que después pagaba en dinero negro a muchos de sus empleados, como se descubrió durante los registros.
La Fiscalía de la Audiencia Nacional ha encomendado a los agentes de la UCO y la Oficina de Recuperación de Activos que hagan un inventario exhaustivo de todo lo bloqueado y se decida qué hacer según con qué bienes. Por ejemplo, las alfombras persas que no eran muy caras se dejaron en las propiedades de Asad, porque almacenarlas y subastarlas dentro de varios años puede acabar costando dinero al Estado.
Por indicación expresa de De la Mata, se han respetado los locales y alquileres que están funcionando. Así, el parking de Puerto Banús. Igual ocurre con los locales que tienen inquilinos que están pagando el alquiler y el dinero hallado en los registros destinado a pagar sueldos de empleados. No obstante, se sospecha que la familia de Asad tiene dinero en paraísos fiscales.
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