Los combates entre fuerzas del gobierno de Damasco y fuerzas de la Federación del Norte de Siria continúan en la ciudad.
En el primer bando participa el Ejército Árabe Sirio*, las Fuerzas de Defensa Nacional (paramilitares baasistas**), el libanès Partido de Dios (Hezbolá) y mercenarios iranís de la Guardia de la Revolución Islámica. Ayer se confirmó que elementos de estos dos grupos chiítas han sido distribuidos por la ciudad por su alta cualidad como francotiradores. Hasakah es una ciudad sunnita y los francotiradores chiítas disparan contra población civil sunnita.
En el segundo bando participan policías de las Asayish, fuerzas policiales de Rojava, acusadas por las NDF de operar en zonas no autorizadas, hecho que no se ha aclarado. Asayish acusan a NDF de haber atacado, reiteradamente, su área de jurisdicción. Hasakah es una ciudad donde, desde 2011 convivían una zona bajo administración del gobierno de Damasco y otra gestionada por el cantón autónomo de Al Jazira (en kurdo Cizîrê). Dicho cantón está co presidido por un árabe y una ciudadana kuda. Junto a los Asayish participan las milicias de las Unidades de Defensa Popular (YPG) y las Unidades de Defensa de la Mujer (YPJ). No hay ninguna mujer combatiendo en el bando asadista.
Once miembros del bando del gobierno de Damasco han fallecido en un asalto contra posiciones de las Asayish en el centro El barrio de Nashwa y el de Xweran son los que sufren el mayor peso del conflicto. Ambos bandos se atribuyen avances pero resulta difícil de verificar. Sin embargo parece que el régimen habría expulsado a las fuerzas kurdas del hospital de Ihsan Begdi. En este caso murieron dos de los francotiradores que usa el régimen para sembrar el pánico entre la población civil. Estos y los bombardeos de la aviación del SAA han conseguido su efecto y miles de personas huyen de los barrios kurdos hacia Amude y Qamishlo. Las YPJ e YPG han abierto un corredor para evacuar a civiles. Las fuerzas kurdas no han informado de su número de bajas. Sí de la muerte de 13 civiles por los bombardeos del régimen sobre su, en teoria, propia pobalción.
A la crisis propiamente militar se une la falta de alimentos, sobretodo pan y vegatales que constituyen la base de la alimentación de la población de la zona tras cinco años de guerra civil.
* Syrian Arab Army (SAA, por sus siglas en inglés). Pese a ser un estado plurinacional, el gobierno sirio sólo reconoce la etnia árabe, el clan de los Asad no reconocieron la minoría kurda prohibiendo su lengua y no concediendo ni tan sólo el derecho de ciudadanía. Al ser el árabe el ejército garantizan que el monopolio de la violencia sea para una sola étnia y armenios, kurdos o asirios no tengan acceso a ningún espacio de gestión política, militar o social.
** El Baas, partido de los Asad en Siria o del genocida Saddam Hussein (condecorado por Franco) es un partido autoritario ultraimperialista árabe. Los Asad han gobernado Siria desde el golpe de estado de 1970 de Hafez al-Asad. El golpista transfirió el poder a su hijo sólo al morir, el año 2000. En las elecciones farsa organizadas por el régimen los resultados son superiores al 90 % a favor de los Asad.
En el primer bando participa el Ejército Árabe Sirio*, las Fuerzas de Defensa Nacional (paramilitares baasistas**), el libanès Partido de Dios (Hezbolá) y mercenarios iranís de la Guardia de la Revolución Islámica. Ayer se confirmó que elementos de estos dos grupos chiítas han sido distribuidos por la ciudad por su alta cualidad como francotiradores. Hasakah es una ciudad sunnita y los francotiradores chiítas disparan contra población civil sunnita.
En el segundo bando participan policías de las Asayish, fuerzas policiales de Rojava, acusadas por las NDF de operar en zonas no autorizadas, hecho que no se ha aclarado. Asayish acusan a NDF de haber atacado, reiteradamente, su área de jurisdicción. Hasakah es una ciudad donde, desde 2011 convivían una zona bajo administración del gobierno de Damasco y otra gestionada por el cantón autónomo de Al Jazira (en kurdo Cizîrê). Dicho cantón está co presidido por un árabe y una ciudadana kuda. Junto a los Asayish participan las milicias de las Unidades de Defensa Popular (YPG) y las Unidades de Defensa de la Mujer (YPJ). No hay ninguna mujer combatiendo en el bando asadista.
Once miembros del bando del gobierno de Damasco han fallecido en un asalto contra posiciones de las Asayish en el centro El barrio de Nashwa y el de Xweran son los que sufren el mayor peso del conflicto. Ambos bandos se atribuyen avances pero resulta difícil de verificar. Sin embargo parece que el régimen habría expulsado a las fuerzas kurdas del hospital de Ihsan Begdi. En este caso murieron dos de los francotiradores que usa el régimen para sembrar el pánico entre la población civil. Estos y los bombardeos de la aviación del SAA han conseguido su efecto y miles de personas huyen de los barrios kurdos hacia Amude y Qamishlo. Las YPJ e YPG han abierto un corredor para evacuar a civiles. Las fuerzas kurdas no han informado de su número de bajas. Sí de la muerte de 13 civiles por los bombardeos del régimen sobre su, en teoria, propia pobalción.
A la crisis propiamente militar se une la falta de alimentos, sobretodo pan y vegatales que constituyen la base de la alimentación de la población de la zona tras cinco años de guerra civil.
* Syrian Arab Army (SAA, por sus siglas en inglés). Pese a ser un estado plurinacional, el gobierno sirio sólo reconoce la etnia árabe, el clan de los Asad no reconocieron la minoría kurda prohibiendo su lengua y no concediendo ni tan sólo el derecho de ciudadanía. Al ser el árabe el ejército garantizan que el monopolio de la violencia sea para una sola étnia y armenios, kurdos o asirios no tengan acceso a ningún espacio de gestión política, militar o social.
** El Baas, partido de los Asad en Siria o del genocida Saddam Hussein (condecorado por Franco) es un partido autoritario ultraimperialista árabe. Los Asad han gobernado Siria desde el golpe de estado de 1970 de Hafez al-Asad. El golpista transfirió el poder a su hijo sólo al morir, el año 2000. En las elecciones farsa organizadas por el régimen los resultados son superiores al 90 % a favor de los Asad.
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