dimecres, 30 de març del 2016

Un Reporte de las festividades de Newroz en Amed : No es el tiempo para llorar, sino para luchar

Al menos desde principios de los años 90, y el resurgimiento del movimiento kurdo la fiesta de Newroz, recibió una nueva connotacion política. Volviendo a la mitología de la fortaleza quemada de Dohuk es el encendido del fuego como un símbolo para la exclusión de toda tiranía. Después de los últimos años del proceso de paz este Newroz estaba de nuevo bajo el signo de represión ...

La noche antes de Newroz pasamos juntxs con muchxs compañerxs de todo el Kurdistán. Se bailó en forma conjunta en una gran sala, se intercambió y se durmió.

Durante la noche, occurió una gran asamblea plenaria, en la que nos presentamos. Hemos dicho que entendemos las luchas por la liberación y una vida libre del poder, como luchas comunes, vinculadas. Continuamente, queremos mostrar solidaridad y participar en las festividades del Newroz. Además queremos informar sobre la situación en el norte de Kurdistán y aprender mucho del movimiento en el lugar.

La reacción de lxs amigxs fue muy poderosa y motivadora. Dijeron que les dio fuerza en especial en estos tiempos dificiles: recibir amigxs internacionales que vengan aquí y crean que sus ideas puedan seguir existiendo y funcionando es muy positivo. No es el tiempo para llorar, sino para luchar. Luego leyeron la llamada a la juventud y el resumen de las cartas escritas desde el año 2003 por Abdulah Ocalan antes de Newroz.

Con lxs amigxs, con lxs que pasamos la noche juntos, fuimos en la mañana siguiente a la calle. Cada año, una manifestación de jóvenes sigue a las festividades del Newroz, incluído éste. Después de un corto período de tiempo nos acompañaron los Acrips (varios vehículos policiales turcos blindados) en la manifestación e intentaron provocar, repetidamente, mediante conducción de los vhículos en el interior de la manifestación. La manifestación no se dejó provocar y siguió marchando en voz alta. Muchos de los autobuses que pasaban tenían carteles con la inscripción Newroz Piroz be (feliz newroz) en el visor óptico, coches tocado el claxon y fuera de las casas se escuchaban declacaraciones de solidaridad, incluso desde lxs más pequeñxs de las ventanas.

Frente al terreno del festival nos esperaba una presencia policial enorme que contribuía claramente a intimidar y evitar las celebraciones. Es absolutamente claro lo que el estado turco quería lograr : Una vez más quería impedir violentamente a la gente vivir su cultura. La celebración en Amed fue una de las pocas permitidas. Sin embargo, se nos informó que alrededor de 40 000 personas, que habían viajado por todo el Kurdistán por los trenes o automóviles, fueron enviadas de vuelta.

Dos semanas antes de Newroz, por razones de seguridad, el terreno del festival se aseguró y valló por parte  de nuestrxs camaradxs de todo Bakur. No había ni stand, ni papeleras sin control y en todo el terreno estuvieron compañerxs, que aseguraron la zona para minimizar el riesgo de otro ataque.

De camino al festival la policía ha erigió dos puertas de control de una distancia de unos pocos cientos de metros. De forma absolutamente arbitraria fueron retiradas toallas legales en las puertas de control para las mujeres por los agentes de policía de sexo masculino. Incluso por llevar un botiquín de primeros auxilios conllevó a múltiples controles por parte la policía. Durante el control de los hombres* se recrudeció la situación sin razón aparente. Las personas alrededor fueron atacadas con porras a través de la entrada, Akreps y cañones de agua fueron lanzados sin motivo.

Una vez en la fiesta, el terreno se llenó lentamente con cerca de un millón de personas. Muchxs bailaron y cantaron juntxs, no importó si se sabía o no. Hubo muchos discursos en el escenario: Gülten Kisanak, Sirri Süreya Önder, Selahattin Demirtas y muchxs otrxs. Impresionante fue el contacto y el intercambio amistoso entre el pueblo y el ambiente de ánimo eufórico. A diferencia de los eventos políticos, culturales en Alemania, nadie estaba bebiendo alcohol allí y todxs son consideradxs en conjunto.

A medida que el fuego de Newroz fue iluminado, todo el mundo se puso de pie y cantó junto Cerxa Sorese (El funcionamiento de la Revolución). Algunxs lanzaron ropa al fuego, con la idea de que cuando algo viejo se quema, puede surgir algo nuevo. En varias ocasiones, los jóvenes corrieron en voz alta, con fuerza, con muchas banderas a través de la multitud y fueron aclamadxs por todos lxs visitantes.

Cuando se vació lentamente la fiesta de Newroz, los últimxs visitantes fueron atacadxs al salir del local por la policía con granadas de gas lacrimógeno.

A pesar del riesgo los ataques terroristas y la represión permanente, la gente no se dejó intimidar. Este año se ha demostrado por el movimiento kurdo, de nuevo, que no importa lo que el estado turco hace, no puede parar la fuerza del movimiento.

Newroz pîroz be!

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